LA DEPRESION: ACTUALMENTE HISTORICO. SIEMPRE HA EXISTIDO


   
La depresión se ha convertido en un tema foco de atención, análisis y discusión en diferentes áreas del conocimiento, pues según la OMS (2017) esta enfermedad afectó en el año 2015 a 322 millones de personas y aumentó un 18% su alcance en la última década, se estima que en el 90% casos, el diagnostico se da en mujeres; de acuerdo al pronostico dado por esta organización, para el año 2020 la Depresión, será la segunda causa de perdida de mas años de vida saludables superado por cardiovasculares, desde las diferentes ciencias y disciplinas que abordan la depresión se han establecido signos y síntomas claros, así como cuadros diferenciales, logrando reconocerla en la actualidad como una enfermedad física que requiere un tratamiento interdisciplinario desde las áreas de psiquiatría, psicología y nutrición.
Si bien, la enfermedad de la depresión tiene una base "neurológica", es un trastorno que afecta todo el cuerpo y se liga con otras enfermedades físicas y mentales, en gran medida se asocia a trastornos alimenticios, tanto aquellos que generan perdida de peso (anorexia, bulimia, vigorexia) como aquellos que generan ganancia del mismo (obesidad, por atracones), también se asocia a trastornos del sueño por la somnolencia generada y las alteraciones en las rutinas de sueño derivadas, igualmente sus signos y síntomas prolongados en el tiempo afectan todos los órganos y sistemas vitales.
De acuerdo a las teorías establecidas por la neurología y la psiquiatría, existen anomalías cerebrales y alteraciones en la forma del hipocampo o la corteza pre-frontal, y se ha logrado determinar también incidencia en el sistema ósea y circulatorio, afectando incluso los niveles de calcio en los huesos y la producción de plaquetas cuando hay presencia de depresión; por estas características, cifras y condiciones que están siendo reconocidas a nivel mundial dentro del área de salud mental, se hace necesaria la intervención oportuna por parte de los núcleos familiares y los grupos profesionales, de manera que sea posible la detección, diagnostico e intervención en pro del paciente, pues esos mismos estudios científicos han dado conocer que las células muertas a causa del estrés en la depresión no se regeneran, lo que implica perdida de capacidad y habilidad en funciones cotidianas, pues se genera lentitud de pensamiento, tristeza, confusión mental, insomnio, dificultad para concentrarse, pocas ganas de hacer cosas, temblor fisiológico y en casos determinados, ideas suicidas.
Históricamente, el reconocimiento de los síntomas depresivos se da en la sociedad griega, donde Hipócrates lo nombra “Melancolía”, este ultimo termino ha tenido modificaciones en su concepción y la enfermedad depresiva ha sido categorizada de manera que sus signos no son únicamente los concebidos en los inicios, así como han evolucionado los tratamientos para el manejo de enfermedades mentales como la depresión, incluyendo desde los principios de la medicina fármacos como el litio y el PROZAC, intervenciones terapéuticas cognitivo-conductuales que buscan modificar las creencias detrás de la depresión y las ideas irracionales, cambios de hábitos hacia estilos de vida saludable y no sedentarios que favorezcan la salud mental del individuo, intervenciones de descodificación y otras variantes de medicinas alternativas.
Al ver el panorama que ofrece la depresión, y teniendo en cuenta que los científicos establecen la causa en un 30% o 40% genética y el porcentaje restante como atribuido al entorno, vale la pena observar y cuestionar en que medida esta enfermedad física se puede convertir en un problema de salud publica y que tan preparados estamos para enfrentarnos como profesionales cuando el escenario sea similar al de enfermedades como problemas cardiovasculares y diabetes, pues el sistema de salud colombiano no brinda la posibilidad de obtener tratamientos interdisciplinarios ágiles y de calidad para esta enfermedad, los usuarios deben sortear múltiples dificultades entre tramites administrativos para obtener un control medico básico que en muchas oportunidades no logra satisfacer los requerimientos de su enfermedad, pues los centros de salud básicos no tienen protocolos de atención que resulten suficientes u oportunos y la depresión en múltiples casos no brinda la espera de meses para iniciar tratamientos, a diferencia de dolencias corporales, los pacientes con síntomas depresivos tienden al aislamiento lo que dificulta su detección.
Publicado por : VERONICA MORENO VERA




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